Cuenta una antiquísima leyenda que originariamente la fruta de mora era blanca...
Dos jóvenes babilonios, Píramo y Tisbe, se amaban sin contar con la aprobación de sus padres, y un día decidieron escapar juntos...
El lugar de encuentro fue el monumento de Nino, al amparo de un moral blanco. Tisbe llegó primero, pero tuvo que refugiarse en el hueco de una roca al verse sorprendida por un león, dejando en la huída su velo... La fiera empezó a juguetear con él, y en ese momento llegó Píramo...
Dos jóvenes babilonios, Píramo y Tisbe, se amaban sin contar con la aprobación de sus padres, y un día decidieron escapar juntos...
Al ver la túnica en la boca del león supuso que había devorado a su amada... sacó su puñal y se suicidó.
Cuando Tisbe regresó y encontró a Píramo sin vida, se mató también, tiñendo ambos con su sangre el moral cercano... De ahí el color grana de las moras...
Antes de despedirme quiero agradecer a las compañeras que estos últimos días pensaron en mí a la hora de repartir sus premios! Ellas son Rosario de Las pequeñas creaciones de Rosss, Ana de Anuskalandia y María de El Rincón de Joluda.
Es una alegría recibir el reconocimiento de artesanas tan estupendas, podría describiros sus bonitas creaciones, pero mejor os invito desde aquí a visitarlas si aún no lo habéis hecho!
Los dejo a vuestra disposición, muchas gracias por acompañarme una entrada más!